Este 27 de junio, el Ejército de los Estados Unidos realizó un bombardeo respaldado por Irán en la frontera entre Irak y Siria. El Pentágono informó que esta acción fue en respuesta a los ataques con aviones de esos grupos contra personal e instalaciones estadounidenses en Irak.
Los objetivos de los bombarderos norteamericanos eran instalaciones de almacenamiento operativo y de armas. El Pentágono agregó en un comunicado que dichas locaciones se encontraban ubicadas en dos zonas de Siria y una de Irak.
John Kirby, portavoz del Pentágono, no detalló si hubo víctimas. Además aclaró que el presidente Joe Biden dijo que actuará para proteger el personal estadounidense. La orden de bombardear los objetivos en Medio Oriente fue dada directamente por el máximo mandatario de los Estados Unidos.
El Pentágono explicó que la operación consistió en ataques aéreos de precisión de carácter defensivo contra instalaciones pertenecientes a grupos respaldados por Irán, tales como Kataib Hezbolá y Kataib Sayyid al Shuhadá.
El Pentágono confirmó diecisiete fallecidos en bombardeo
El 12 de febrero, el Pentágono confirmó que el ataque aéreo lanzado en el este de Siria, apuntó a instalaciones de milicias respaldadas por Irán. Fuentes médicas locales señalaron este viernes que en el bombardeo fallecieron al menos diecisiete personas.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, indicó que al menos 22 combatientes de las Fuerzas de Movilización Popular. Se trata de un grupo iraquí, en su mayoría chiítas respaldados por Teherán, murieron en ese ataque perpetrado por Washington.
El Pentágono indicó que la operación se produjo en respuesta a un ataque con cohetes en Irak a principios de febrero. Dicho atentado mató a un contratista civil e hirió a un miembro del servicio estadounidense e integrantes de otras tropas de la coalición.
Esta es la primera acción militar ordenada por la Administración del presidente Joe Biden, cuando persisten las amenazas en Medio Oriente. No obstante, la prensa estadounidense reporta que la decisión de atacar en Siria no parece indicar una intención de ampliar la participación militar de su país en la región, sino más bien demostrar una voluntad de defender a las tropas de EE. UU. en Irak.