Al menos 19 ballenas piloto murieron tras quedar varadas en la isla Norte de Nueva Zelanda. Rescatistas y voluntarios trabajaron durante todo el sábado 17 de octubre para mantener con vida a los 25 especímenes que permanecieron atrapados en la arena, en la península Coromandel hasta la subida de la marea, para empujarlos luego hacia el mar.
Según la información publicada en la página oficial del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda en Facebook, puede que estos mamíferos formen parte de una manada de aproximadamente 50 ejemplares que fueron avistados el mismo fin de semana cerca de las costas de la localidad. La marea alta que hubo alrededor de las 09:00 pm el sábado, permitió que los calderones varados volvieran a flotar, pero algunos quedaron atrapados en los afloramientos rocosos.
El sábado por la noche se descubrieron cinco ballenas piloto muertas en un sitio donde se cree que es el lugar original del varamiento. En total la organización neozelandesa Project Jonah, ocupada en la protección de ballenas, cifró en 19 los mamíferos fallecidos este fin de semana en la isla Norte.
Simon Ingram, profesor de Conservación Marina en la Universidad de Plymouth de Reino Unido dijo en 2018 que con frecuencia, los animales que aparecen en una playa están agotados, están malnutridos o no han comido porque están enfermos.
Ellas pueden estar en la etapa final de una enfermedad o morir en el mar y terminar arrastradas hasta una playa. Sin embargo, las enfermedades o lesiones suelen ser un factor cuando se encuentra un solo animal varado.
Ballenas piloto sanas también quedan varadas
Ingram explicó que el problema es que en un grupo numeroso de animales es muy probable que algunos de ellos estén enfermos de todos modos. También es cierto que ha habido casos en que manadas de ballenas sanas han quedado varadas en la playa.
Algunos expertos dicen que ciertos aspectos de la costa o del lecho marino pueden desorientar a las ballenas, especialmente si vagan fuera de su hábitat. También, algunos lugares como la punta de Nueva Zelanda son zonas propicias para encallamientos.
A veces, eso se debe a las características geográficas de la costa. Si hay una característica como la de una península o un promontorio, entonces los animales que deberían estar en aguas más profundas podrán encontrarse repentinamente en una bahía confusa y poco profunda. Siendo ese el caso, pueden suponer un riesgo para las ballenas piloto, en particular debido a la forma en que navegan y se comunican.
Andrew Brownlow, patólogo veterinario que ha realizado autopsias en ballenas piloto varadas en Escocia dió a conocer hace dos años que estos animales buscan comida y se alimentan en gran parte por ecolocalización; así que usan el sonido para navegar, comunicarse y encontrar su presa. Explicó que usar la ecolocalización en áreas con barro limoso muy superficial es como tratar de caminar por un bosque en un día con neblina; es muy difícil orientarse y ver con claridad.
Asimismo, esta combinación de aguas poco profundas y ecolocalización confusa es un peligro que puede llevar a encallamientos en masa. Así terminan llegando a zonas poco profundas y quedan varadas por la marea baja, por lo que la disposición natural de la tierra es un factor de riesgo real para estos animales.
Ballenas piloto pueden seguir a líderes enfermos
El patólogo veterinario comentó que un problema que se tiene con estos animales tan sociales es que tienden, por razones que nunca han esclarecido, a seguir a un líder enfermo a la playa o perdiéndose como grupo. Mencionó que esta especie en particular parece ser bastante propensa a ese tipo de comportamiento de manada.
Esto significa que si una ballena piloto se encuentra con un problema, puede tener un impacto en el resto del grupo. Tomó como ejemplo un caso de 2015 cuando alrededor de 30 ballenas quedaron varadas en la Isla de Skye, en la costa oeste de Escocia.
En ese caso, Brownlow concluyó con la teoría de que fue porque una de las hembras tenía problemas para dar a luz y estaba muy angustiada; ella se dirigió a aguas poco profundas, y todos los demás en el grupo la siguieron a la playa.